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EXPERIENCIAS
métodos y procedimientos que estén estre-
chamente relacionados con su naturaleza,
es decir, debe haber cierta garantía de que
las estrategias y los ejercicios que se han di-
señado conduzcan a un desarrollo efectivo
del lenguaje como un medio de comunica-
ción y expresión del pensamiento.
Actualmente, la didáctica del habla, jun-
to al enfoque comunicativo, ocupa un lugar
destacado en el desarrollo de la enseñanza
de lenguas extranjeras. Esta didáctica se cen-
tra en el problema de la comunicación, esto
es, en los logros de los alumnos y alumnas
para poder comprender y comunicarse cohe-
rentemente, de acuerdo con las necesidades
comunicativas con las que se enfrentan en
diferentes situaciones en las que tienen que
intercambiar o interactuar con otros en la
lengua objeto.
De acuerdo con Kang (en Richards y Re-
nandya, 2003), el aprender a hablar una len-
gua extranjera requiere, además del simple
conocimiento de sus reglas gramaticales y
semánticas, del conocimiento de cómo los
hablantes nativos de la lengua que se estudia
usan la lengua en el contexto de intercambio
interpersonal estructurado, en el cual inte-
ractúan muchos factores. Esta autora sos-
tiene también que para poder proveer una
guía efectiva para el desarrollo de hablantes
competentes, se hace necesario examinar los
factores que afectan la comunicación de los
aprendices adultos, los componentes que
subyacen en la competencia oral, y las des-
trezas o estrategias específicas que se usan
en la comunicación. Dentro de los factores
que afectan la comunicación oral, Kang (Ibíd)
destaca los siguientes: edad, medio auditivo,
factores socioculturales y factores afectivos.
De igual manera, dentro de los componentes
que subyacen en la comunicación oral efecti-
va se encuentran: la competencia gramatical,
la competencia discursiva, la competencia so-
ciolingüística y la competencia estratégica.
Por su lado, Tsang y Wong, en Richards y
Renandya (Ibíd.), plantean que una conversa-
ción es un evento verdaderamente comunica-
tivo que consiste en un intercambio dinámico
en el cual el componente lingüístico se debe
adaptar al
input
informacional total, tanto
lingüístico como paralingüístico. Así mismo,
Green, Christopher y Lam (en Richards y Re-
nandya, 2003) argumentan que en un enfoque
centrado en el aprendiz se necesita motivar a
los estudiantes a convertirse gradualmente en
aprendices independientes y autodirigidos. De
acuerdo con ellos, el trabajo de destrezas de
discusión debería proveer a los estudiantes
con un elemento muy substancial de evalua-
ción y retroalimentación. Este enfoque puede
contribuir a una iniciativa educativa importan-
te, es decir, el desarrollo del aprendiz eficiente,
independiente, autodirigido/a, competente en
la organización de su aprendizaje aún mucho
después de que los programas formales de
instrucción han concluido.
Estrategias metodológicas en la enseñan-
za de una lengua extranjera
Antes de iniciar este apartado, se debe
tener claro qué se entiende por estrategias
de enseñanza. Las estrategias de enseñan-
za se refieren a la estructura, al sistema, los
métodos, las técnicas, los procedimientos y
los procesos que usa el docente durante la
instrucción (Salandanan, 2008). El maestro o
maestra utiliza este tipo de estrategias para
ayudar a los estudiantes y las estudiantes en
su proceso de aprendizaje.
Hay tres elementos fundamentales que
interactúan claramente en el desarrollo en
el aula de la competencia comunicativa oral
de una lengua extranjera: el o la docente, los
y las estudiantes, y las estrategias y recursos
de enseñanza. Estos elementos están entre-
lazados y cada uno juega un papel clave en
el proceso de enseñanza-aprendizaje. En los