DE FONDO38
Las TIC y la educación como
proyecto inclusivo de las mayorías
Miledys Tavárez Marzán
Introducción
Al escribir este artículo, hemos tratado de
hacer un análisis crítico de la situación educa-
tiva generada en la sociedad actual, la cual pa-
reciera sólo importante para las finalidades de
una capa poblacional, obviando que aún te-
nemos disparidades entre la educación priva-
da y la estatal, y la rural y la urbana, de países
desarrollados y no desarrollados. Iniciamos re-
flexionando sobre el concepto de educación,
enfatizando en su función social y comunitaria
y en los aportes de las Tecnologías de la Infor-
mación y la Comunicación (TIC) en el mundo
actual, analizando sus ventajas y desventajas
y su relación con el desarrollo de las mayorías
que componen este planeta. Nuestro objetivo
es plantear el tema para generar discusiones y
acciones que permitan fomentar procesos in-
clusivos, ante la inminente era digital.
Existen grandes desigualdades en cuanto
al acceso y conectividad en el mundo que di-
ficultan el desarrollo de amplios sectores que
no podrán integrarse a tales cambios debido
a su retraso acumulado, si no se interviene
la sociedad para que sea equitativa e inclusi-
va. Si bien es cierto que las TIC han logrado
afectar positivamente las actividades cotidia-
nas del mundo actual, también es cierto que,
sin la inclusión de las mayorías, el desarrollo
social sería parcial, por lo que adoptamos el
enfoque de la educación a lo largo de toda
la vida como garantía para lograr la cohesión
social y, por ende, la reducción de la brecha
digital existente.
El mundo avanza con las TIC y se pro-
fundiza la desigualdad
Un ejemplo de la afirmación anterior lo
constituye el que los países mejor conectados
son los países desarrollados; les siguen algu-
nos países en vías de desarrollo, y los PMA o
países menos adelantados, como suelen ser
llamados, aún están en 0.8% en dicha ac-
tividad, según el Informe Global de Uso de
las TIC en el Mundo. Mientras en los países
desarrollados un 81% de la población posee
Internet en su casa, en los países “en vías de
desarrollo” sólo el 34% y en los países PMA
apenas un 6.7%, y al relacionarlos con el
mundo, sólo el 46.4% lo posee en sus casas
en pleno siglo XXI.
39DE FONDO
En relación al acceso a las TIC, los países
más favorecidos son los de Europa, con un
82.1%; los de América, con un 60.1%; los de
Oriente Medio, con un 40.3%; y los de Asia y
el Pacífico, con un 39%; mientras que los de
África apenas tienen un 10.7 %. Ese dato de
América es descontando la mayoría de nues-
tros países en vías de desarrollo, por ejemplo,
en República Dominicana la Internet fue evo-
lucionando de forma muy sostenida a partir
del año 2000, con un 3.7% hasta el informe
de 2013, en que se situó en un 45.9% gracias
a la telefonía móvil privada y a que bajaron
los precios de la banda ancha, aunque el mis-
mo informe plantea que aún el precio sigue
muy alto en la Región 6.
La Educación y su función en el de-
sarrollo social
Muchos han vuelto a valorar el papel de
la educación y son abanderados de la nece-
sidad de la educación para todos y todas,
desde Dakar, 2000. Gracias a esas ideas, la
UNESCO declaró que: “La educación trans-
forma vidas y ocupa el centro mismo de la
misión de la UNESCO, consistente en consoli-
dar la paz, erradicar la pobreza e impulsar el
desarrollo sostenible”. Esto no puede lograr-
se si las grandes mayorías no son integradas
a dicho proceso en el mundo y en especial en
los países menos favorecidos en esta aldea
que pretende ser global, pero no aceptar la
realidad social.
Es tal la importancia del tema educativo,
que se ha llamado a la sociedad de la infor-
mación, del conocimiento y del aprendizaje a
que forme seres humanos para adaptarse a
los procesos económicos, sus cambios e in-
novaciones mediante la educación, pero sur-
gen algunas preguntas: ¿se aprende, se en-
seña, se apoya a todos? Carneiro (s/f; p.15)
nos aclara que “… si el conocimiento es el
motor de las nuevas economías, su combus-
tible es el aprendizaje. Por eso, el aprendizaje
a lo largo de la vida surge como el mayor reto
formativo presentado a las personas y a las
organizaciones en el nuevo siglo”. Este autor
afirma que:
Las políticas de aprendizaje a lo largo de toda la
vida pueden favorecer la cohesión y la inclusión so-
ciales si procuran lograr la equidad en el acceso, el
tratamiento y los resultados de la educación, y si se
esfuerzan por evitar que se reproduzcan las desigual-
dades en el empleo y en la participación cívica, cultural
y política.
Muchas son las dificultades en materia
educativa, consignada como derecho desde
1948 y aún no llega a todos/as y se relega a
una gran mayoría de sus beneficios tangibles.
Otro aspecto de discriminación en la educa-
ción del planeta es su calidad: sólo los países
de las grandes economías pueden exhibir me-
jores resultados, creando así la marginación
social, política y económica de los demás.
Cuando se habla de educación de los
pueblos, se debe pensar en todos y todas
sin importar las condiciones, y que mediante
ella, todos y todas logren una formación fun-
damental que les permita ser seres proacti-
vos, independientes y participativos. Carneiro
( s/f; p.17) afirma que:
Educar es ayudar a las personas a transformarse, a
realizar su potencial máximo, a liberarse de trabas y
grilletes que impiden el florecer natural de los talen-
tos de cada persona. Educar es proporcionar a cada
uno la posibilidad de escribir bien, y en libertad, su
libro de la vida.
Sólo los países de las grandes
economías pueden exhibir me-
jores resultados, creando así
la marginación social, política y
económica de los demás.
DE FONDO40
Afirma, además, que “la educación como
servicio es una educación al servicio de la in-
tegridad de las personas y comunidades…
que confiere perennidad a los pueblos y a las
culturas”. Por ello, si se educa sin las mayo-
rías, estaremos realizando filtros y creando
sociedades sesgadas y sin identidad.
En este siglo, apostar a la educación y la
formación de las personas es una necesidad
por la integración de conocimientos nuevos
de forma permanente y que, según Carneiro,
s/f; p.17), “…abarcan las más diversas
dimensiones del devenir colectivo,
desde la economía a la ciudadanía,
de la cultura a la democracia, de la
sostenibilidad ambiental a la innova-
ción tecnológica, de la cohesión so-
cial a la afirmación geoestratégica en
el mundo”.Por lo que el derecho a la edu-
cación se compondría de tres dimensiones:
derecho a la escolaridad (acceso, promoción
y egreso de los ciclos escolares considerados
fundamentales), derecho al aprendizaje (so-
cialmente relevante y según las capacidades
de cada uno/una), y derecho a un trato digno
y a condiciones de igualdad de oportunida-
des” (UNESCO y UNICEF, 2008, p.15).
Existen condiciones para mejorar la edu-
cación global (Carneiro, s/f; p.17), ya que
“…Aprender a aprender es un componen-
te esencial al aprender a ser. …Aprender es
igualmente un derecho y una obligación de
las instituciones líderes de la metamorfosis
en curso en la sociedad del conocimiento”.
Y afirma que:
El reto que la educación tiene por delante consis-
te no solo en proporcionar una cobertura escolar
universal completa, sino garantizar que esta oferta
educativa sea de igual calidad para todos los alum-
nos, independientemente, o a pesar, de cuál sea el
nivel socioeconómico y cultural de la familia.
En ese sentido, se enfatiza que “…La
educación debe ser capaz de compensar las
diferencias de origen si queremos que sea el
medio que permita romper el círculo de la
pobreza” (Tamara, s/f; p.157) y que entre
los nuevos desafíos está el reflexionar sobre
cómo las TIC pueden ser un factor que con-
tribuya a lograr equidad y calidad en la edu-
cación; por ello se debe recuperar la función
social de la educación.
La educación, los educadores y los polí-
ticos deben actuar y fortalecer sistemas con
equidad e inclusión, para poder contar con
procesos democráticos y creativos, que no
forme sólo para la economía del conocimien-
to, sino también para la dignidad de los seres,
tanto en la educación formal como informal.
Caneiro dice que:
Un enfoque del aprendizaje a lo largo de
toda la vida basado en la justicia social recon-
ciliaría el crecimiento económico y la cohesión
social, y mantendría esta última no como fun-
ción de la economía o una condición previa de
la misma, sino por el contrario, como la ampli-
ficación de todo lo colectivo, común y social,
incluido un sentido de comunidad (Carneiro,
s/f).
El Marco de Acción de la Educación 2030
para la realización del Objetivo de Desarrollo
Sostenible 4 (UNESCO, 2016), que se inspira
en una visión humanista y basada en los de-
rechos a la educación y al desarrollo, en torno
a los principios de dignidad y justicia social,
también promueve una visión holística de la
educación y advierte contra “un enfoque cen-
trado en gran medida en aptitudes específicas
para el trabajo” (p. 43).
Los intelectuales de la educación han sido
confundidos y se ven amarrados a paradig-
mas que no favorecen el discurso pedagógi-
co sobre el desarrollo humano, omitiendo sus
41DE FONDO
aportes porque deben adaptarse al cambio
o porque les conviene el mismo. Atendiendo
a esos paradigmas negadores de la función
holística de la educación, podemos entender
el porqué de los lineamientos de la nueva for-
mación de docentes y los cambios curricula-
res urgentes y sin consensos.
Las nuevas tecnologías, la brecha digi-
tal y el desarrollo social
Los seres humanos siempre han usado
tecnologías y poco a poco han ido dominan-
do los procesos y fenómenos de la naturaleza
llegando incluso a descubrir, cambiar, mejo-
rar y transformar algunos. En la actualidad se
valora el conocimiento y a la sociedad que
lo posea, y el ser humano ha logrado avan-
zar en algunos niveles de conocimiento, pues
ante la información acumulada, inteligente es
aquel o aquella que pueda usarlas oportu-
namente para poder entender y crear en el
mundo del siglo XXI. El avance en materia
industrial trajo avances en uso de tecnolo-
gías para ir mejorando las funciones del ser
humano, y una de las consecuencias fue la
creación de nuevas tecnologías que, agre-
gándosele el internet, nos colocan en una
nueva sociedad basada en el uso gradual y
permanente de procesos digitales insertando
formas diferentes y cambios radicales en la
vida cotidiana, especialmente en las relacio-
nes humanas y con la naturaleza.
El ser humano, para poder dar frente a
los nuevos procesos en la sociedad del co-
nocimiento hace uso de grandes masas de
información y muchos medios de comuni-
cación, creando redes sociales mediante las
cuales las corporaciones y agencias se vuel-
can a utilizarlas para conocer al ser humano,
sus funciones, su educación y sus preferencias
para ser usadas como fuentes potenciales y
poder mejorar los procesos en las guerras,
la industria y últimamente para orientacio-
nes comerciales, implicando nuevas formas
de hacer la vida, nuevas formas de trabajo,
de ocio, incluso de ser persona. Estas nuevas
herramientas y procesos que se generan son
impulsados por las TIC, las cuales dan mayor
posibilidad para que el ser humano desarrolle
diversos talentos y pueda aportar desde di-
versas áreas al mundo global. Pero también
han implicado para las mayorías marginadas,
dos nuevos problemas, pues para poder co-
nocer ese nuevo orden mundial, que ya era
difícil entender, ahora se agrega conocer las
TIC, y luego saber cómo usarlas; a esto se
le llama brecha digital. Son muchos los sec-
tores poblacionales que aún no entran en la
vida cómoda que este proceso digital ha pro-
vocado para muchos, y al que sólo el 43.4%
del planeta ha tenido acceso globalmente.
Existen acuerdos, experiencias y objeti-
vos para las agendas educativas nacionales
e internacionales que han debatido el tema
para acabar con la desigualdad y falta de
equidad en materia del uso de las nuevas
tecnologías, y los estados han creado pro-
gramas de emergencia para equipar con he-
rramientas tecnológicas centros educativos y
comunitarios, como forma de introducir las
TIC a los sectores más vulnerables, aún muy
marginados. En los últimos años, hay 7.100
millones de personas en el planeta que usan
teléfonos móviles de forma privada y, dado el
auge de estos equipos, las agencias econó-
micas los han ido remodelando de tal forma
que se han disparado como un gran negocio
y algunos poseen excelentes funciones para
ser aprovechadas para aprender, pues les han
integrado internet, sonido, video y fotogra-
Son muchos los sectores poblacionales
que aún no entran en la vida cómoda
que este proceso digital ha provocado
para muchos, y al que solo el 43.4% del
planeta ha tenido acceso globalmente.
DE FONDO42
fías, así como aplicaciones de comunicación
y aprendizajes, pero no todos los ciudadanos
los pueden adquirir y su uso es más recrea-
tivo que educativo, incluso los educadores y
educadoras aún no comprenden cómo inte-
grarlos.
En la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible se ha incluido un amplio concepto
del desarrollo social y también se ha descrito
como un «proceso de cambio que conduce a
mejoras en el bienestar humano y a relacio-
nes sociales equitativas y compatibles con los
principios de gobernanza y justicia democrá-
ticas» (UNRISD, 2015; p. 4). Y en el documen-
to Replantear la Educación: ¿Hacia un bien
común mundial? (UNESCO, 2015) también se
pone de relieve la necesidad de “reafirmar
un planteamiento humanista del aprendizaje
a lo largo de toda la vida con miras al desa-
rrollo social, económico y cultural” (p. 38) e
integrar las dimensiones social, económica y
cultural del aprendizaje, a fin de reafirmar su
pertinencia como principio organizativo de
la educación. (p. 79). Y que de los trabajos
académicos se desprenden cuatro principales
propósitos del aprendizaje a lo largo de toda
la vida, a saber: “i) promoción del desarro-
llo económico y el empleo; ii) inclusión so-
cial, cohesión y participación democrática; iii)
crecimiento personal y realización personal;
y iv) desarrollo y enriquecimiento culturales”.
Estamos comprometidos con los seres huma-
nos para que logren su desarrollo pleno.
Nancy Fraser, citada por Valdés (1995,
1996, 2008), define la justicia como la pa-
ridad de participación, y explica que acabar
con la injusticia supone eliminar los obstácu-
los institucionalizados que impiden a algu-
nas personas participar en clave de igualdad,
como protagonistas de pleno derecho, en la
interacción social. En consecuencia, identifica
tres dimensiones de la justicia social (redis-
tribución, reconocimiento y representación)
que corresponden a los distintos ejes de la
injusticia, esto es el económico, el cultural y
el político. Esta forma de enfocar la justicia y
la injusticia social nos plantea grandes retos
para la educación de las grandes mayorías.
Las TIC deben ser insertadas con un nuevo
modelo pedagógico para facilitar el desarro-
llo de todos y todas. Sabemos de los grandes
avances que en las últimas décadas se han ge-
nerado con el uso adecuado de las TIC; sin
embargo, aún las mayorías no conocen su
potencial y aunque se ha querido de forma
tímida integrar a la educación, han recibido
mucha resistencia y es precisamente porque:
Las nuevas tecnologías no fueron concebidas para
la educación; no aparecen naturalmente en los sis-
temas de enseñanza; no son ‘demandadas’ por la
comunidad docente; no se adaptan fácilmente al
uso pedagógico y, muy probablemente, en el futu-
ro se desarrollarán solo de manera muy parcial en
función de demandas provenientes del sector edu-
cacional (Bonilla, 2003; p.120).
Esto plantea uno de los problemas clave
de la relación entre las políticas nacionales
de educación y las TIC: la dificultad de “im-
plantar” a la educación elementos que le son
extraños.
Muchos han creído que utilizar equipos
es lo fundamental para acercar las TIC a las
personas, dado su acercamiento al mundo
global:
Estas promesas de las TIC en educación están lejos
de ser realidad. No se trata de negar la potencia-
lidad democratizadora o innovadora de las nuevas
tecnologías, sino de enfatizar que el ejercicio de esa
potencialidad no depende de las tecnologías mis-
mas sino de los modelos sociales y pedagógicos en
las cuales se utilice (Tedesco, 2005; p.10).
43DE FONDO
El problema no es sólo incorporar las
TIC, sino reflexionar sobre la misma educa-
ción y cómo transformar los procesos para
que sean más potenciadores, democráticos,
creativos y menos autoritarios, con modelos
abiertos al aprendizaje y a la creatividad en
la ciencia y la tecnología sin olvidar el para
qué de la educación.
Al hablar de desarrollo social e índice de
desarrollo humano en un país, sabemos que
existe un grupo de indicadores que se anali-
zan para explicar cuáles son las condiciones
y las facilidades de la vida de sus miembros.
Por ello encontramos en la distribución de los
países, los llamados desarrollados, otros lla-
mados en desarrollo y otros que los llaman
PMA (países menos adelantados o en subde-
sarrollo). Esta distribución da a los países más
favorecidos las posibilidades de incidir de ma-
nera ventajosa en lo económico, lo político y
lo educativo en los demás países que no po-
seen su mismo nivel adquisitivo. Hay muchas
formas de medir estas diferencias y también
se hace ahora en relación al uso de las TIC:
Existe una diferencia importante entre un grupo de
países en que el acceso a las TIC desde los hogares ha
alcanzado un nivel significativo (Uruguay, Chile, Brasil,
México y Costa Rica) y otro grupo de países que se en-
cuentra bastante más rezagado (El Salvador, Perú, Para-
guay). Además, existen profundas desigualdades según
nivel de ingresos (los grupos de mayores ingresos son los
que pueden acceder a los beneficios de las TIC) y según
localización geográfica (los grupos en sectores rurales
mantienen un fuerte rezago) (p.34).
Villanueva (2003) distingue “momentos”
de incorporación de las TIC en los sistemas
educacionales: Es posible plantear que Costa
Rica, Chile, Brasil y México son los países que
están más avanzados, ubicándose en la etapa
de integración, los restantes países se hallan
en una etapa emergente (cuando las autori-
dades comienzan a tomar conciencia de los
beneficios de las TIC en la educación) o bien
en la etapa de aplicación (cuando se comien-
za a realizar proyectos pilotos en escuelas
seleccionadas), de lo cual se desprende que
no existe sincronía en la implementación de
políticas o programas para la incorporación
de las TIC en los sistemas educativos.
La herramienta clave para conocer las po-
sibilidades de las nuevas tecnologías son las
computadoras. Podemos ver que Uruguay
ocupa un segundo lugar con un 48,3% con
2 o más computadores conectados. Le siguen
Argentina (35,5%), México (25,8%) y Brasil
(23,5%.). Es decir, a excepción de Chile, existe
un fuerte rezago en la conectividad de las es-
cuelas, especialmente si se compara con paí-
ses de la OCDE. Sin embargo, en los países
desarrollados según la base de datos de PISA
2000, el 96,7% de las escuelas suecas y el
88,7% de las escuelas norteamericanas tiene
más de 2 computadores conectados a Inter-
net. Como vemos, hay una gran posibilidad
para sus habitantes. Cabe agregar que los da-
tos de PISA indican que los colegios privados
tienen grados de conectividad muy superiores
a las escuelas públicas.
Toda esta experiencia, según el informe nos per-
mite ver el ritmo creciente con el cual los paí-
ses incorporan las TIC en sus sistemas educa-
tivos (ritmo más lento en los países pobres,
pero con tendencia al crecimiento), es nece-
sario avanzar hacia indicadores que auxilien
en la construcción de políticas, programas y
prácticas que posibiliten una mayor cualifica-
ción del uso de las TIC en el contexto escolar.
Esta distribución da a los países
más favorecidos las posibilidades
de incidir de manera ventajosa en
lo económico, político y educativo
en los demás países que no po-
seen su mismo nivel adquisitivo.
DE FONDO44
En el mismo informe se hace la propuesta
de identificar indicadores para poder realizar
los procesos adecuados a los contextos edu-
cacionales para que se añadan al debate del
“aprender sobre” y del “aprender con” tecno-
logías, reflexiones respecto a “aprender dón-
de”, “para quién”, “qué”, para adecuarlo al
contexto y posibilidad de los seres humanos.
Es un reto para la sociedad, la escuela y la
educación integrar las TIC a sus procesos. Es
por ello que se plantea que se puede sintetizar
en una triple transformación de paradigma:
– De “educación como industria” en “educación
como servicio (de proximidad)”.
– De “escuelas que enseñan” en “escuelas que
aprenden”.
– De “asociacionismo” en “constructivismo” de
los aprendizajes (Carneiro, s/f; p. 16).
El nuevo aprendizaje ocurre en cualquier
sitio y en cualquier momento… “La vida deja
de ser solamente el suelo sobre el cual se cons-
truye el edificio educativo…” (Ibídem).
El XII Informe Global del Uso de las TIC ex-
presó su preocupación por el “estancamiento” de
los avances para las naciones pobres, proclives
a perder oportunidades positivas de estas herra-
mientas. Asimismo, ofreció datos del Ranking del
año 2014 que involucró en total a 148 países y da-
tos de fuentes públicas y los resultados de la
Encuesta de Opinión Ejecutiva que realizan
con más de 150 institutos asociados en todo
el mundo. Dentro de una calificación de 1 a
7, Finlandia fue el país que ocupó el primer
lugar, con una puntuación de 6.04, seguido
por Singapur con 5.9 puntos y Suecia con
5.93. En el año 2015, casi todos los países
estudiados han mejorado su clasificación en
el IDI, sin embargo, la República Dominica-
na bajó al puesto 95 con una puntuación de
3.6, destacándose debilidades en la infraes-
tructura y contenidos digitales, así como uso
individual de PC, conectividad y accesibilidad,
habilidades digitales, uso para empresas y
gobierno, legislación, así como los impactos
social y económico de las TIC.
También es cierto que:
(…) la mayor parte de los países de América
Latina y el Caribe experimentaron progresos impor-
tantes durante la década de los 2000 …Sin embar-
go, la persistencia de elevados niveles de inequidad
y pobreza, así como la alta proporción de población
residiendo en zonas rurales, continuaron ofreciendo
dificultades adicionales a la expansión de una edu-
cación de calidad en la región (OREALC/UNESCO,
2013; p.36).
Víctor Riveros y María Mendoza (2005,
p.317) destacan que “al trabajar sobre las TIC,
se debe tomar en cuenta que la educación debe
basarse en una clara percepción del impacto
tecnológico en el aprendizaje y en la compren-
sión de sus consecuencias sobre el individuo y
la sociedad”.
Afirman, así mismo, que las universidades
fuentes del avance científico y humanista,
y como instituciones de formación superior
donde se prepara al docente de los diferen-
tes niveles del sistema educativo, deben ser
los lugares del saber, de reflexión, de análisis
crítico, de creación y transferencia de conoci-
miento, de búsqueda de la verdad. Además,
plantean la necesidad de que la escuela su-
perior reflexione también sobre su rol frente
a este nuevo proceso global y de que se ini-
cie la reflexión del modelo pedagógico im-
plementado para hacer que los universitarios
puedan lograr ser proactivos y colaboradores
en ayudar a los demás en situación de aban-
dono.
45DE FONDO
La sociedad del conocimiento se funda-
menta en la revalorización del conocimien-
to, el aprendizaje y el trabajo inteligente. De
ahí que:
La explosión de la información, su diversificación
y su rápida obsolescencia se unen a otro cambio
paradigmático de la cultura global. (…) Un nuevo
orden social surge aparejado de la contribución de
las nuevas tecnologías de la información y la comu-
nicación, que acortan distancias y aumentan el rit-
mo y disminuyen el espacio de la comunicación en
tiempo real. Por ello, en educación hoy se camina
hacia lo que se ha dado en llamar: currículo global o
educación global” (Sánchez, 2000; p. 36).
Dentro de las ventajas y consecuencias de
las TIC en la educación está la producción de
documentos y formatos digitales como apli-
caciones y softwares, que se elaboran para
los estudiantes actuales. Se plantea que estos
productores son de personas de entre 35 y 55
años que no son nativos digitales, son los in-
migrantes digitales, y que quienes los usarán
son, por el contrario, los consumidores y próxi-
mos productores de casi todo lo que existe (y
existirá), son los nativos digitales, y que “ …se
necesitan mediadores tecnológicos intergene-
racionales. Una de cuyas variantes clave serán
los docentes polialfabetizados”.
Prensky, creador del término en 2001,
afirma que “… Los Nativos Digitales activos
…se encuentran aburridos de la educación de
hoy, con todo lo bien intencionada que pueda
ser”. Sugiere que haya una revisión de las
formas de enseñar y de los contenidos, enfa-
tizando en los contenidos del futuro. Al ana-
lizar cuánto han influido las TIC en los nativos
digitales, García et al (2005) plantean que sin
lugar a dudas, la actividad con la tecnología
configura las nociones sobre la comunica-
ción, el conocimiento, el estudio/aprendizaje
e incluso, los valores personales.
Los educadores y educadoras debemos
ser conscientes de que coexistiremos en el
siglo XXI con un/una docente nativo/a digi-
tal, el cual poseerá una serie de habilidades y
competencias que sólo se las ha dado su ex-
periencia a lo largo de su vida mediante su
propio entrenamiento acorde a sus necesida-
des y exigencias de su mundo. Frente a tal
situación, debemos tender un puente que nos
posibilite capacitación permanente y humildad
para apoyar a nuestros sucesores culturales y
pedagógicos.
Ante tantas posibilidades de las TIC y sus
usos para todas las áreas del saber, donde és-
tas no sólo son herramientas, sino competido-
ras con las acciones humanas, la educación y
los educadores, los políticos y los pedagogos
políticos aún siguen pensando en procesos
curriculares complejos, modelos pedagógicos
obsoletos, obviando que estamos ante una
nueva generación que posee tantas habilida-
des que no poseemos los y las inmigrantes, lo
cual puede agudizar los conflictos y crisis in-
tergeneracionales tanto en las escuelas, como
en la sociedad.
A modo de conclusión
La sociedad del conocimiento favorece
que podamos ver la realidad y sus conse-
cuencias para los seres humanos y es por ello
que he dedicado mis reflexiones al proceso
de inclusión de las mayorías, ya que, sin éste,
mantendremos las desigualdades y sólo un
reducido grupo podrá entender el mundo
basado en el uso de las TIC en los procesos
de comunicación, empresariales y sociales.
Por eso son los acuerdos internacionales en-
tre más de 161 países para realizar apoyos y
tener metas para que este objetivo de inte-
gración de las TIC se logre.
DE FONDO46
Los líderes entienden las necesidades de
los cambios ante la inminencia del uso de las
TIC, saben que tienen ventajas y desventajas,
saben que deben invertir, equipar y facilitar
informaciones para poder avanzar en los pro-
cesos y ayudan en su integración, pero po-
demos ver su resistencia al cambio, porque
entienden que están ante un arma de doble
filo, ya que deben capacitar más, mejorar las
instituciones que a su vez serán superadas.
Este mismo proceso sucede en los centros
educativos donde sus líderes sólo entienden
que deben integrar herramientas y los proce-
sos quedan intactos.
La propuesta de una sociedad educativa
favorece la integración de las nuevas formas
de educar para la inclusión y el desarrollo de
las personas, sin importar su función y facili-
tando que sean capaces de ser felices en una
sociedad con valores, que les permita avan-
zar en su área laboral, científica, tecnológica
y humana. Las nuevas tecnologías integradas
a los procesos de vida cultural, social, econó-
mica y científica necesitan de seres humanos
al tanto de su desarrollo; por ello deben ser par-
te de una política integral para todos y todas.
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