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INVESTIGACIONES
Resumen
El presente artículo sintetiza los aspectos más
relevante del estudio “Efectos de un Plan de Ac-
ción en Programas de Doctorados de una Univer-
sidad Pública, en la Evaluación de sus Procesos
Académicos y Administrativos”, cuya disertación
fue presentada al Abraham S. Fischler School of
Education, de Nova Southeastern University, para
la obtención del título de Doctor en Educación. La
evaluación se hizo a partir de la percepción que
tienen los sujetos involucrados, tomando en cuen-
ta su experiencia durante el desarrollo del progra-
ma cursado y la productividad alcanzada hasta el
año 2011. El diseño del estudio es cualitativo, con
un enfoque fenomenológico. La población fue se-
leccionada mediante un muestreo intencional. De
acuerdo a la investigación, la productividad de los
programas es muy baja en lo que respecta a la pre-
sentación de la tesis doctoral. El impacto del plan
de acción fue oportuno, promoviendo nuevas al-
ternativas para implementar nuevos programas en
la Academia.
Palabras clave: Plan de Acción, Efectividad,
Procesos, Productividad, Programas de Doctorado
Evaluación de los procesos
académicos y administrativos
en Programas de Doctorado
Juana Encarnación
Introducción
En las reglamentaciones de la educación supe-
rior en la República Dominicana están concebidos
los estudios de doctorado, con el propósito de for-
mar profesionales al más alto nivel y, a su vez, ele-
var la calidad de la educación en el país (MESCyT,
2011). Actualmente, en la República Dominicana
existen 47 Instituciones de Educación Superior
(IES), siendo muy reducido el número de doctores
y doctoras que conforman su claustro profesoral
e investigador, si se toma en cuenta la matrícula
estudiantil que asiste a sus aulas.
De acuerdo con Sánchez (2010), no se han en-
contrado estadísticas que evidencien con precisión
el número de doctores y doctoras en las univer-
sidades dominicanas. De igual manera, Sánchez
subraya que en un estudio realizado sobre la base
de una muestra de 132 investigadores se concluyó
que 72.7% de estos investigadores tenían grado
de maestría y solo 29.5% de doctorado.
Las IES reconocidas oficialmente por el Minis-
terio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología
(MESCyT) de la República Dominicana no cuentan
con asignaciones presupuestales para la formación
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doctoral de su profesorado. Aunque tímidamente,
el MESCyT brinda un soporte a los programas eje-
cutados en algunas universidades, en convenio
con otras foráneas. En consecuencia, la formación
de doctores depende exclusivamente de la coope-
ración internacional por vía de los programas de
becas (Sánchez, 2010). Según Encarnación (2007),
la implementación de los programas doctorales en
las IES dominicanas en convenio con universidades
extranjeras data del año 1999, siendo la Universi-
dad Autónoma de Santo Domingo (UASD) pionera
en esta práctica. Otras universidades dominicanas
han incursionado en esta modalidad.
Antecedentes
En lo referente a estudios de doctorado reali-
zados en las universidades dominicanas, la UASD
otorgó títulos de Doctor en Ciencias de la Educa-
ción a 40 personas, entre los años de 1961 y 1970
(UASD, 1974, 1975). La titulación de los primeros
doctores fuera del país fue obtenida en universida-
des de Alemania, Estados Unidos, Rusia, Rumania,
Hungría, Francia, España, entre otras (Encarnación,
2007). Sin embargo, en la actualidad, en vez de
los docentes y las docentes salir al extranjero por
largas estadías a otras latitudes, con todas las im-
plicaciones que esto conlleva, se firman acuerdos
y convenios con instituciones extranjeras para rea-
lizar programas de formación doctoral mediante
alianzas con las academias dominicanas.
Los programas del sistema educativo europeo
consignan cursos fundamentales y metodológicos.
Estos programas se imparten de manera presen-
cial e intensiva en las universidades dominicanas.
Además, deben cumplir con una serie de normas
explicitadas en los convenios firmados para tales
fines. Al término de los cursos presenciales, los
participantes y las participantes deben continuar
en contacto vía Internet con sus docentes, para
concluir las asignaciones complementarias (En-
carnación, 2007). Concluido el ciclo de los cursos
obligatorios y opcionales, es asignado un tutor/tu-
tora y co-tutor/co-tutora para presentar un Trabajo
de Investigación (TI). Posteriormente, se obtiene
un reconocimiento de Suficiencia Investigadora,
por medio de un Diploma de Estudios Avanzados
(DEA). Vale destacar que el sistema educativo do-
minicano no reconoce estos estudios como título
de maestría. Por tal razón, a los y las participantes
se les permitía entrar al programa doctoral sin el
título de maestría. El reconocimiento de referencia,
solo habilita al participante del programa para ini-
ciar su tesis doctoral (Encarnación, 2007).
En el contexto de la educación superior domi-
nicana, la formación de los docentes y las docentes
a nivel de doctorado es una prioridad del Minis-
terio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología
(MESCyT). En tal sentido, en el Plan Decenal 2008-
2018 se tiene como expectativa la graduación de
100 doctores por año en diferentes áreas de for-
mación, elevando este número a un 4% del total
de docentes a nivel universitario para el año 2012
y para el 2018 llevarlo a un 10%. Además, se es-
pera que para el 2017, el 50% de los profesores e
investigadores del sistema de educación superior
dominicano posean dicha titulación, según lo ex-
presa la Secretaría de Estado de Educación Supe-
rior, Ciencia y Tecnología (SEESCyT, 2008a). Según
las estadísticas presentadas en el referido plan, en
el año 2006 el profesorado con título de doctor
alcanzaba el 1.71%, pretendiendo elevarlo al año
2010 a un 2%, para el 2014 un 3% y al finalizar
el plan en el año 2018, la meta a alcanzar debe
estar entre un 4-10 %. El optimismo es bueno, sin
embargo, deben hacerse ingentes esfuerzos para
que esta meta sea alcanzada.
El Reglamento de las Instituciones de Educa-
ción Superior de la República Dominicana (SEESCyT,
2004) establece plazos para que las universidades
incrementen el nivel académico de sus docentes
hasta el grado de Doctor, así como del personal
investigador y gestor universitario. En un informe
presentado por la SEESCyT (2006), en ocho uni-
versidades que poseían más de 500 profesores, el
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número de doctores era de 152 para el año 2004.
En el mismo, no fueron incluidos/incluidas los de la
UASD. Según datos de la Vicerrectoría de Investi-
gación y Postgrado de la UASD, el número de doc-
tores en esta universidad era de 57 en la misma
fecha, para un total de 209 doctores. Muchos de
estos se repiten en varias universidades, por lo que
el número total debe ser revisado.
Dentro de las acciones que favorecen el incre-
mento del nivel doctoral de los y las docentes, en
el Plan Decenal 2008-2018 se contemplan: (a) el
otorgamiento de becas para cursar estudios doc-
torales, tanto a nivel nacional como internacional,
dando preferencia a profesoras y profesores uni-
versitarios y (b) desarrollo de programas de inter-
cambio con doctores, especialistas renombrados
de universidades extranjeras, siendo incorporados
a la docencia e investigación en áreas específicas
(SEESCyT, 2008a).
El currículo de la Educación Superior exige un
cambio de actitud en la formación de los recursos
académicos de las IES. En este sentido, De Souza
(2002) plantea que es necesario pensar filosófica-
mente en el cambio y el desarrollo. Cardona (2006),
al referirse al desarrollo de los programas de doc-
torados, destaca que solo el 13.0% de poco más
de 2000 universidades e instituciones de educación
superior en América Latina y el Caribe tiene capa-
cidad para formar doctores/as e investigadores/as.
Justificación del estudio
La inserción en el estudio de una problemática
de la educación superior dominicana, como lo es
la formación de doctores y doctoras, permitió con-
tribuir a afrontar los grandes desafíos del sistema
educativo en la llamada era de la información y
la comunicación. En la actualidad, la ausencia del
nivel de doctorado dentro de la oferta de progra-
mas de postgrado de las universidades domini-
canas hace que el sistema de educación superior
esté incompleto. El hecho de que la propuesta cu-
rricular de las universidades dominicanas carezca
de ofertas de programas de doctorados propios se
contrapone a las expectativas del MESCyT, que ha
propuesto para el año 2018 tener un 10% de los y
las docentes con la titulación de doctor (SEESCyT,
2008a). Por tal razón, es necesario llevar a cabo
un plan de acción en los programas ejecutados
en la universidad pública objeto de estudio, con
el propósito de colaborar en el incremento de esas
expectativas y, a su vez, hacer una revisión en los
programas de referencia.
El incremento de docentes cualificadas y cua-
lificados en las IES dominicanas para satisfacer las
demandas y poder competir en el ámbito nacio-
nal e internacional es una necesidad insatisfecha.
Por esta razón, se accede a las propuestas de otros
mercados de la educación superior. Los responsa-
bles de elegir tal o cual programa son las personas
que se supone conocen las políticas educativas de
la República Dominicana. En tal sentido, optan por
la elección de un programa de formación que res-
ponda a la universidad del siglo XXI y extienda la
mirada hacia el futuro de la nación dominicana.
En la formación de los seres humanos en la edad
adulta, las acciones concretas traen consigo una
serie de implicaciones. El estudio posibilitó tomar
las medidas pertinentes que ayuden a las autorida-
des a preparar un plan de formación de doctores
y doctoras suficientes en las áreas de competencia
de las IES dominicanas.
Objetivos
El propósito de la investigación consistió en ve-
rificar el efecto de la implementación de un plan
de acción que permitiera evaluar la efectividad de
los procesos académicos y administrativos, a partir
de la percepción que tienen los sujetos involucra-
dos, tomando en cuenta su experiencia durante el
desarrollo del programa cursado y la productividad
alcanzada hasta la fecha. Los objetivos propuestos
fueron los siguientes: (a) identificar la productivi-
dad de los programas de doctorados implementa-
dos, (b) describir la forma en que se realizaron los
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procesos académicos y administrativos, desde el
punto de vista de los participantes y las participan-
tes del programa y (c) proponer líneas de mejoras
para la implementación de futuros programas.
Metodología
Participantes del Estudio
Los participantes y las participantes de esta
investigación fueron todas las personas vincula-
das a programas de doctorados durante la última
década, realizados en la institución de educación
superior objeto de estudio, en convenio con uni-
versidades españolas. Para la selección fueron
considerados los coordinadores y coordinadoras
nacionales e internacionales representantes de las
instituciones responsables de los programas, los
estudiantes que permanecen activos/as, los egre-
sados y egresadas, los docentes y las docentes de
los programas y expertas y expertos interesados en
el debate de la temática de la formación doctoral.
En cuanto a la selección de participantes, se
hizo un muestreo intencional (Ávila, 2006). Por tal
razón, los participantes y las participantes, fueron:
seis coordinadores/as nacionales e internacionales,
218 estudiantes activos/as, dieciocho egresados/
as que habían presentado su tesis doctoral, ocho
docentes vinculados/as a los programas y cuatro
expertos/as en la temática. El tamaño muestral de
los modelos intencionados puede estar ordenado
desde n=1 hasta n=40 o más, según lo expresan
McMillan y Schumacher (2005). Se tomó en cuen-
ta esta orientación, por tanto, el número de se-
leccionados/as estuvo enmarcado en un rango de
1 a 40 voluntarios/as, tratando de contactar una
proporción equitativa de las cohortes (Tabla 1).
En el panel participaron cuatro expertos/as,
cuya selección se hizo de conformidad con los
criterios siguientes: (1) alta cualificación en su ex-
periencia profesional y de gestión en la educación
superior, (2) reconocimiento de sus competencias
por la comunidad de educación superior dominica-
na, (3) muestra de capacidad de trabajo en equipo,
(4) cuidadoso/a en la emisión de juicios de valor en
detrimento de otros/otras y (5) confidencialidad de
los informes presentados.
TABLA 1:
Muestra de participantes en doctorados ejecutados con universidades españolas y la UASD
Programa Doctoral Inscritos por grupos Muestra
Universidad
Ofertante
Sociedad Democrática, Estado y Derecho 80 40 País Vasco
Psicología de la Educación y Desarrollo Humano 56 30 Valencia
Psicología Social, una Perspectiva Interdisciplinar 12 7 Complutense de Madrid
Psicología y Educación 43 23 País Vasco
Cooperación e Intervención Social 23 13 Oviedo
Cooperación y Bienestar Social 45 24 Oviedo
Filosofía en un Mundo Global 53 29 País Vasco
Dimensiones Económica y Social de la Globalización: Nuevas
orientaciones de las intervenciones públicas, con concentraciones en:
Sociología
25 13 País Vasco
Economía Aplicada 40 22
Ciencias Empresariales (La empresa y el futuro) 31 17 Alcalá de Henares
Totales
408 218 5 universidades
Fuente: Elaboración propia con datos suministrados por los coordinadores y coordinadoras de programas.
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Diseño del estudio
El diseño de esta investigación está basado en
el enfoque cualitativo, de tipo fenomenológico des-
criptivo, basado en las experiencias vividas por los y
las participantes de los programas de doctorados.
Siguiendo las premisas de Creswell (1998), Álvarez
Gayou (2003) y Mertens (2005), citados todos por
Hernández, Fernández y Baptista (2006), se des-
cribieron los procesos académicos y administrati-
vos de los programas de doctorado desde el punto
de vista de losy las participantes y otros actores,
a partir de una perspectiva construida colectiva-
mente.Dada la particularidad en que se desarrollan
los programas de doctorado en las universidades
dominicanas, se consideró pertinente realizar una
investigación desde un enfoque cualitativo. Según
afirma Martínez (2006), el enfoque cualitativo es
un método que por su propia naturaleza es dialéc-
tico y sistémico. Como soporte de las entrevistas
desde la fenomenología, de acuerdo con McMillan
y Schumacher (2005), esta se utiliza para estudiar
el significado o la esencia de una experiencia vivida
entre unos participantes seleccionados.
Instrumentos
El conjunto de instrumentos estuvo integra-
do por una guía de actas de reuniones, guía de
preguntas (cuestionario) aplicada a coordinadores
y coordinadoras locales e internacionales, docen-
tes, egresados y egresadas, estudiantes activos/as
de los programas y guías para la conducción del
panel de expertos y expertas. Las guías de pregun-
tas abiertas, referidas a los aspectos principales del
proceso académico y administrativo, fueron pre-
sentadas previamente a juicio de expertos y exper-
tas para su valoración.
Análisis de datos
Para el análisis de los datos se identificaron las
unidades de significado, de acuerdo a las expre-
siones emitidas por los sujetos que participaron de
manera voluntaria en el estudio y que completaron
las guías de preguntas (cuestionarios) o participa-
ron tanto en el panel de expertos y expertas como
en los grupos focales. Las informaciones fueron
codificadas y categorizadas, lo que permitió la pre-
sentación de los temas y subtemas generados del
estudio. Se hizo un recuento de todo el proceso de
investigación mediante el análisis de los resultados,
tomando en cuenta criterios de calidad. Se aplicó
el método de triangulación de los datos aportados,
para un nivel de validez y confiabilidad de los mis-
mos y, a su vez, de la investigación como tal.
Resultados y discusión
A partir de las expresiones de los y las partici-
pantes del estudio, se reconfirman las debilidades
y fortalezas que posee la institución de educación
superior dominicana objeto de estudio, en mate-
ria de producción científica. Esto se sustenta en
que quienes cursan los programas son egresados y
egresadas del grado de las distintas universidades
de la República Dominicana. Sin embargo, medir
la efectividad de los procesos académicos, con la
exitosa culminación de los cursos presenciales y la
obtención del DEA, no es suficiente, aunque sí sig-
nificativo. Durante este proceso, existen tiempos
establecidos para reportes de asignaciones que
obedecen a una planificación programática de los
cursos, un contacto cercano con el docente o la
docente, sea de manera presencial o virtual.
El plan de acción permitió repensar el accionar
de cada uno de los involucrados e involucradas, a
través de la representación de las cohortes. Logró
que se debatieran las experiencias vividas por los
y las participantes del estudio, a través del panel
de expertos y expertas, haciendo propuestas tan-
gibles que contrastan con la vida personal e ins-
titucional en materia de educación superior en el
ámbito local. También, se observó la difícil realidad
de los profesionales y las profesionales que desean
obtener la más alta titulación académica, debien-
do romper barreras y olvidarse de otros asuntos no
menos importantes.
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En el proceso académico del programa docto-
ral se destaca un área crítica como es la realización
de la tesis doctoral. De acuerdo con lo expresado
por los y las participantes en el estudio, existen
muchas razones que interfieren en la culminación
exitosa de la misma, enmarcadas desde el ámbito
personal hasta lo institucional. En corresponden-
cia con las múltiples razones expuestas, se destaca
la investigación realizada por Wang y Li (2011) en
cuyos resultados se señala el vacío existente en la
retroalimentación de la práctica supervisada de las
tesis doctorales.
Tal y como se expresó anteriormente, en el pro-
ceso académico se destaca un área crítica que es la
realización de la tesis doctoral. Los participantes y
las participantes del estudio justifican la misma en
múltiples razones que atañen tanto a lo personal
como a lo institucional. Esto implica que la produc-
tividad esperada, relativa al incremento de la ma-
trícula de doctores y doctoras en el claustro de la
institución superior, se vea afectada y se cuestione
el programa de doctorado y, con ello, a los gestores
y gestoras de los distintos programas en donde no
se observe la eficacia y eficiencia de los mismos.
En lo concerniente a las razones personales de
los y las doctorantes, cada uno deberá adecuarse a
las circunstancias y crear las condiciones a sabien-
das de que asumió un compromiso ante las institu-
ciones que auspician o coauspician los programas.
En consecuencia, sino presenta la tesis que es el
producto final esperado, estaría quitando la opor-
tunidad a otros/otras para obtener dicha titulación.
Muy de acuerdo con Wang y Li (2011) en que debe
revisarse la retroalimentación de la práctica super-
visada y pedagógica de las tesis doctorales.
En el marco de la supervisión y la práctica
pedagógica, se debe cuestionar a los y las docto-
rantes sobre las dificultades que van encontran-
do durante el proceso. Las mismas deberán estar
relacionadas con la búsqueda y sustentación de
informaciones, en donde el asesor o asesora o el
equipo de investigación también asumen su res-
ponsabilidad y compromiso de dar un seguimiento
adecuado y oportuno.
Morales, Rincón y Tona (2005) hacen referen-
cia a la forma de enseñanza de la investigación en
la universidad. Se asume que las debilidades que
arrastran los profesionales y las profesionales en
materia de formación para la investigación se debe
a que provienen de universidades centradas en la
docencia. Esta observación valida la asociación que
hacen Miia y Virpi (2011) en cuanto a la formación
doctoral, asociada con el progreso del estudio de las
propias capacidades del alumnado y del profesora-
do de apoyo. Esta posición fue corroborada por los
y las representantes de las coordinaciones locales
de los programas de estudio, en tanto se requiere
de más apoyo institucional y el interés mostrado por
los y las doctorantes y sus pares. De Miguel (2010)
también hace referencia a la falta de dominio de las
habilidades y herramientas de investigación por los
doctorandos externada por los directores de tesis.
De igual manera, Morales, Rincón y Tona (2005) se-
ñalan que el abandono de los estudiantes se debe,
entre otras competencias, a la incapacidad de pro-
ducir los tipos de textos exigidos.
Un elemento muy bien valorado por los partici-
pantes y las participantes en esta investigación, fue
el personal docente, por demostrar un alto nivel
de conocimientos en cada área en particular. En tal
sentido, como bien expresan Willis y Carmichael
(2011) que el hecho de no completar el doctorado
no se debió a la falta de académicos, capacidad o
deseo, sino a la falta de recursos adecuados y de
la orientación necesaria para completar el trabajo.
Otro aspecto a destacar es la significatividad
de la presentación de los trabajos de investigación
para la obtención del Diploma de Estudios Avanza-
dos que prepara para el inicio de la tesis. También
la asistencia y aprobación de los cursos presencia-
les obligatorios, lo que permite inferir que si se di-
señare un cronograma obligatorio de encuentros
presenciales, quizás se lograría un mayor número
de tesis. Sin embargo, esto necesita ser demos-
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INVESTIGACIONES
trado y valdría la pena revisar el enfoque reflexivo
presentado por Moreno (2006) y De Miguel (2010)
para disminuir las frustraciones que experimentan
los actores del proceso académico y, por ende, el
abandono del programa. Helbriegel, Jackson y Slo-
cum (2005) señalan que los criterios de efectividad
miden los resultados logrados por sus miembros
individuales y el equipo en su conjunto.
En lo concerniente al proceso administrativo
de los programas de doctorado que forman par-
te de este estudio, la eficiencia y eficacia han sido
muy cuestionadas. Este cuestionamiento radica
en la gestión de los procesos y los compromisos
asumidos por la institución anfitriona. Las críticas a
la logística, la publicidad abierta a la sociedad do-
minicana y la adopción como apuesta estratégica,
señaladas por los coordinadores y coordinadoras
nacionales e internacionales, invitan a repensar la
apertura de nuevos programas con universidades
extranjeras si no se toman los correctivos de lugar.
La propuesta de Coelho, Romero y Yáber (2005)
sobre los indicadores de desempeño clave para
programas académicos de postgrado y dentro de
estos se destacan los concernientes a los procesos
de dirección, como planificación, captación, asig-
nación de recursos y evaluación del desempeño
y los procesos de apoyo, como la logística, entre
otros.
Conclusiones
En lo relativo a la productividad de los progra-
mas, es muy baja en cuanto a la realización de la
tesis doctoral. En consecuencia, se han registrado
las dificultades presentadas para su finalización,
que abarcan desde problemas personales de las
y los doctorandos, hasta aspectos institucionales
de las universidades que sustentan el convenio.
De acuerdo con lo externado por los participan-
tes y las participantes en el estudio, existe una
deficiencia muy marcada en la adquisición de las
competencias y herramientas para realizar una in-
vestigación. Tal deficiencia se atribuye a que en el
nivel de grado no se ofrece al estudiantado -con
rigurosidad- herramientas para la investigación en
los programas formativos de sus respectivas áreas.
Aunque los y las docentes internacionales de
los programas fueron muy bien valorados duran-
te la impartición de las asignaturas, se resaltó que
deben ser incluidos los y las docentes dominicanos
que poseen títulos de doctorado y a la vez hacer
intercambios con los de las universidades españo-
las. Esta acción debería estar contemplada en los
convenios entre las universidades, sirviendo su eje-
cución como incentivo a los y las docentes que ad-
quieran la titulación requerida y que cumplan con
los requerimientos de las normativas existentes en
dichas universidades.
En los módulos de docencia o cursos obligato-
rios y presenciales se les da un seguimiento ya, que
deben cumplir un horario y presentar las asignacio-
nes para aprobar el módulo. No obstante, impera
la debilidad del acompañamiento para realizar el
trabajo de investigación luego de concluidos los
módulos presenciales.
La obtención del DEA es la etapa más produc-
tiva de los programas cursados, de acuerdo con
los informes presentados por los coordinadores
y coordinadoras internacionales en las diferentes
cohortes. Esta titulación da el aval para realizar la
tesis doctoral. En cuanto a la realización de la te-
sis, esta es la etapa más crítica, debido a múltiples
razones que van desde lo personal, hasta lo insti-
tucional. En este sentido, se destaca la falta de un
seguimiento tanto del participante o la participan-
te como del director/a o tutor/a de tesis; la falta
de orientación para la recopilación de referencias
bibliográficas y en base de datos y la organización
de la información obtenida; falta de apoyo insti-
tucional tanto de la universidad dominicana como
española; la excesiva carga docente de las y los
doctorantes y el pluriempleo para sobrevivir.
En los casos en que se produjo abandono o
retiro del programa de doctorado, se ha debido a
que los y las participantes presentaron dificultades
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personales, económicas o excesivo trabajo docen-
te, entre otras causas no especificadas. También se
registraron casos en los que la universidad españo-
la procedió a retirarles.
A pesar de que los convenios firmados entre
las universidades españolas y dominicana, antes de
iniciar los programas doctorales tienen bien des-
critos los compromisos que se asumen, durante el
desarrollo del programa se enfrentan situaciones
que deben ser solucionadas por los y las represen-
tantes de las distintas instancias de ambas institu-
ciones. Como evidencia de esto, se resalta el im-
passe que refieren doctorantes de una universidad
española en particular, que no les permitió avanzar
en el programa.
Las distintas valoraciones externadas, tanto
por las y los estudiantes activos/as, egresados/as,
docentes y coordinadores/as favorecen los progra-
mas realizados. Las mismas se observan desde la
flexibilidad de algunos, permitiendo el acceso al
programa de diversos/as profesionales de distintas
áreas y la rigurosidad de otros.
Los y las docentes fueron muy bien valorados
por los y las estudiantes desde el punto de vista
académico y personal. En las expresiones relativas
a los coordinadores y coordinadoras, se destacan
los esfuerzos realizados por un coordinador local
para que el estudiantado pudiera obtener los libros
a utilizar en el programa.
En otro orden, los y las docentes destacan la
heterogeneidad de los y las estudiantes que asis-
tieron a los programas, con resultados formati-
vos diversos y diferencias entre unos egresados/
as y otros/as. También resaltan la disponibilidad de
tiempo de unos para trabajar sobre las propuestas
del programa y otros no.
En lo concerniente a la gestión administrati-
va, ha habido dificultades en la parte institucio-
nal, por el no cumplimiento en lo establecido en
los convenios firmados al inicio del programa. En
sentido general, fue considerado como deficiente
en algunos casos. Se destaca que fueron valora-
dos favorablemente los esfuerzos realizados por
los coordinadores y el personal administrativo de
la universidad anfitriona para que se desarrollaran
los programas. En lo institucional, consideran los
y las participantes en el estudio que debe haber
más vinculación jerárquica entre las dependencias
administrativas del programa, con un buen apoyo
logístico en todos los órdenes. Dicen, además, que
el programa debe ser asumido por la institución
anfitriona como una apuesta estratégica.
Recomendaciones
Las universidades dominicanas deben:
1. Incorporar a su oferta curricular los progra-
mas de doctorado, que permitan estable-
cer una comunidad científica en el país
2. Vincular la docencia con la investigación
desde el nivel de grado.
La universidad nacional, objeto del estu-
dio, deberá:
1) Asumir el compromiso de mejorar las condi-
ciones laborales de los y las docentes
2) Gestionar ante las autoridades estatales
apoyo económico para las y los doctorantes
3) Tomar en cuenta a las y los docentes con
nivel de doctorado para integrarles como docentes
a la formación de los programas de doctorado.
La efectividad de los procesos académicos y
administrativos para la implementación de futu-
ros programas de doctorado en la universidad del
estudio, deberá responder a criterios explícitos de
una planeación, organización y control de las acti-
vidades académicas y logísticas adecuadas para el
logro de los objetivos propuestos en los programas
de doctorado. Para esto, las universidades involu-
cradas en el desarrollo de los programas deberán
enfocarse en mantener y mejorar los procesos para
lograr la graduación en el tiempo establecido de
los doctores y doctoras que necesita la República
Dominicana.
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INVESTIGACIONES
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